lunes, 11 de junio de 2007

Érase una vez... (II)

Por fragmentos esta historia del príncipe oscuro y la muchacha desencantada os he de ir relatando, según a mis viejos oídos vaya llegando.

El príncipe oscuro

Quedose el príncipe sumido en la más absoluta perplejidad. Si bien había presenciado el momento en primera persona, necesitaba palabras y algún hecho al que agarrarse. No fue un sueño, se decía –aunque lo pareciera-.

Puesto que la muchacha desencantada desapareció tan rápido como llegó, muchas veces se le antojaba producto de su imaginación. Habían pasado ya varios meses sin noticia alguna de su paradero; sus pesquisas hizo el príncipe oscuro desde aquella noche inacabada y fruto de ellas la sabía en la misma ciudad que abandonó en busca de aventuras tiempo atrás. Aunque nuevos y desconocidos caminos había tomado su vida desde aquel fugaz encuentro, no era capaz el príncipe de olvidarla.

Cada noche despertaba empapado mientras los lugareños eran testigos de sus desvelos. Era frecuente, según decían, verle asomado a la ventana de su alcoba, presa del insomnio y la soledad, antes del amanecer -cuando los labriegos salían a faenar a sus campos, rastrillos al hombro-.

Cuentan que temía el príncipe convertirse en protagonista de una de las innumerables historias que circulaban por la región puesto que, aún en vida, se acercaban curiosos los aldeanos al castillo. Circulaba el rumor de que el príncipe había muerto y de que, en las noches claras, se podía ver su sombra vagando por los alrededores.

Se creía el príncipe preso de una maldición ancestral que no le dejaría descansar en paz hasta hallar a la muchacha desencantada. Es la leyenda que, narrada de boca en boca, cuenta que el príncipe, a lomos de su mejor caballo, partió en busca de la muchacha.

Si la encontró o no, eso ya es otra historia.

Ramón de Mielina

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿encontrara el príncipe oscuro a la muchacha? ¿habra encontrado la ilusion la muchachac? ramon cuentans mas!

Anónimo dijo...

Sera el principe un soñador, un romantico, un tonto?
Se enfrentara a dragones, a brujas y a principes luminosos?
Queremos mas!!!

Anónimo dijo...

Hola Miranda,
que misterioso y bello nombre, a veces me pregunto quienes os ocultareis bajo esos nombres, será realmente Miranda, será realmente Morfeo, el Magno, j., tomás, Debora, ... tal vez la misma persona, tal vez la misma bicefalada, o sin más porque no lo puede evitar, o porque le da miedo mostrarse tal cual es.

Pero sin duda, seguro que a todos os pica la curiosidad, ¿cómo es nuestro anfitrión, Ramón?. Hace poco escribió otra anfitrioblogera que dejaba su foto. Por lo que leemos de Ramón podemos saber muchas cosas, os propongo que tal y como ya he hecho en otros blogs vayamos a través de los comentarios, fotos, cuentos y pensamientos tratando de sacar a la luz la personalidad de nuestro anfitrión.
Respecto al relato, dicho lo anterior creo que de momento me abstendré de hacer elucubraciones y esperaré impaciente la última entrega de la trilogía (espero, ¿no Ramón?).

"La amistad perfecta no puede existir más que entre los buenos" (Aristóteles)

Lametazos a todos

Anónimo dijo...

Bienvenid de nuevo Perraco!!
q escond Miranda detras de ese bonito nombre? quién s realmente Miranda? y morfeo? y...? a ramon ya le conocemos... pero y tu perraco? quien ers tu, cuentanos.

Ramón de Mielina dijo...

Habrá tercera entrega, por supuesto, Perraco. Contestando al anónimo (¡ponte un nick!!)... no creo que el príncipe sea un tonto, un romántico quizás... y eso es bonito :-)
En cuanto a las identidades de los que contestais, algunas las conozco, pero otras no.
A los anónimos: poneos aunque sea un pseudónimo, por lo menos para saber si nos dirigimos al mismo o son diferentes personas.
Estoy de acuerdo con J., ¡que se presenten Perraco y Morfeo!

Anónimo dijo...

Puede que el principe sea un romántico ... o puede que no ... va en busca de la muchacha seguro? O va en busca de si mismo???
Quiero la tercera parte ya! :-D
Bienvenido Perraco ;-)

Anónimo dijo...

¿se estará volviendo el príncipe loco? ¿sucedió realmente aquél encuentro? parece que realmente una maldición se ha apoderado de nuestro personaje... y que sólo una persona parece poder romper; ¿será capaz?

supongo que en la tercera parte sabremos algo más, ¿no?