domingo, 27 de diciembre de 2009

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La Teoría de la Relatividad

Has vuelto... o he vuelto.

Lo que sea.

Te quiero.

*Algún día cocinaré yo y sabes que ganaré. Mi crema de calabacín gana a tu crema de calabaza. Cuando quieras.

In the Loop

Oí una vez la teoría de la mano negra que nos gobierna en la sombra. Señores, no existe tal mano negra, al menos esa mano no está en el mundo de la política, quizás esté del otro lado. Sólo hay una panda de mangantes que dirigen este mundo, cada cual con su país, como si de un tablero gigante del Risk se tratara. Quito aquí, pongo acá...

No hace falta ver In the Loop para darse cuenta de que los de ahí arriba sólo son un atajo de flores de diferentes jardines; las hay prepotentes a más no poder, las hay ignorantes, las hay chupaculos, estúpidas, soberbias, absurdas... rara es la flor inteligente porque ésa es la que emigró hace tiempo a otro campo mejor.

Una comedia al más puro estilo inglés para ver en versión original sólo para poder aprender todo tipo de insultos. Lo reconozco decir "fucking son of a bitch" me llena la boca, me gusta, no lo puedo remediar. Quizás por eso soy fan incondicional de Sawyer (Lost).

Divertida, rápida (a veces demasiado rápida), hiriente... y, sobre todo, absurda. O no. Quizá la realidad política sea así, quizá el corta-pega esté a la orden del día, puede que sea la guerra de egos la que mueva el mundo. De miedo pensar que los de allá arriba no están, ni mucho menos, más capacitados que nosotros, los soldaditos de a pie, para gobernar el mundo. Sobre todo después de leer el mismo día que vi In the Loop un artículo en el que decían que la "misteriosa" fuente del servicio de espionaje británico que informó de que Sadam Husein podía lanzar un ataque químico en menos de 45 minutos fue... ¡un taxista! El tipejo lo cazó al vuelo de una conversación de dos militares iraquíes.

No sé cómo serán los iraquíes, pero los bilbaínos tiramos de boca que da gusto, así que espero que ningún taxista-boca-rana informe de nada a nadie porque Bilbao podría convertirse en un bonito agujero negro.

Para todos los que os gustan las comedias con fondo, ved In the Loop. Buena para reirse de todo el mundo político, de las diferencias entre americanos e ingleses, y de ellos... Buenos actores, buenos diálogos. Es verdad que hay que estar al tanto de la actualidad pero aún sin tener ni pajolera idea de lo que pasa en este mundo de locos, se puede entender de qué va la cosa.

Sobre todo me gustó James Gandolfini y ver a Anna Chlumsky, a quien no veía desde Mi chica, hace años ya...

Buena película. La recomendación de Ramón para las Navidades. James, para ti, te la dedico, tú sí que vas a reirte.

martes, 22 de diciembre de 2009

Bonita mierda blanca

Ahí estaba yo, en la puerta del hotel, viendo caer los primeros copos de nieve del año. Todo el mundo debería tener ese momento al menos una vez en la vida. Ese momento, recién levantado, en el que sale a la calle y ve todo blanco. En ese instante volvieron a mí todos los perdidos sentimientos navideños... volví a sentirme niño.

Ese día desayuné dos veces, antes y después del paseo por el parque Juan Carlos I. Primeras pisadas por la nieve virgen (alguien me dijo que la nieve hacía perder la noción de los límites), entre olivos blanquecinos y pájaros invernales. Un buen paseo que arregló mi mañana y compensó el tremendo catarro que pesqué por salir al frío siberiano con menos ropa de la que debiera. Ya me dicen que yo visto igual en invierno que en verano, siempre he tenido un punto masoca.

Era bonito, todo era perfecto. Hasta que me di cuenta de que mi DNI no aparecía y tenía que ir al aeropuerto a coger un vuelo. Vuelta a la oficina, el suelo medio helado, medio encharcado, medio nevado. Me caí. Me levanté. Conseguí el DNI aunque para ello tuviera que sacar a mi ángel de la guarda de la bañera... Son varias las que le debo... Ya en el taxi empecé a sentir que el frío había aprovechado mis zapatos otoñales para entrar por los pies e ir ascendiendo por mi vaquero mojado hasta instalarse en mi cabeza y hacerla retumbar. Llegué al aeropuerto a tiempo.

La marabunta me esperaba, colas inmensas de reclamantes pasajeros de vuelos cancelados. Nieve. Facturo y tengo la suerte de que mi vuelo no está cancelado, eso sí, no tenía ni puerta de embarque, ni hora fija de salida. Encomiendo mi maleta a San Petronilo y la dejó tiritando en la cinta de equipajes, nos separamos con pena sin saber si volveremos a vernos. Al fin y al cabo, era una buena maleta.

Lo bueno que tienen los infortunios masivos es que la desgracia une y ahí nos juntamos un curioso grupo sin manzanas podridas, que pasó la mañana -y parte de la tarde- echando unas risas viendo cómo la azafata de tierra las pasaba canutas. Pobre mujer, su suspiro de alivio hizo temblar el avión cuando subimos. Ya estaba calva.

Después de rumores de cancelación, 3 cambios de puerta y varias carreras con codazos incluidos de los pasajeros, me vi montado el avión con 3 horas de retraso y una negra a mi lado que se pasó medio viaje pidiendo un tenedor. La aventura terminó cómo no, con una última persecución en pos del avión. Debe ser que tienes razón y la nieve borra los límites porque el piloto confundió la puerta, liando la de San Quintín...

Emotivo reencuentro con mi maleta gris.

Barcelona me recibió llorando, gris, húmeda. Madrid cómo te echo de menos. Incluso con tu caótica nieve, incluso con tu frío, a pesar de todo... Madrid.

¡Nuevas canciones de Tiger and Milk!

Tiger and Milk han subido 3 nuevas canciones a MySpace: Azul tigermilk, El paraguas y La parte de atrás del cuadro.

http://www.myspace.com/tigerandmilk

Para que disfrutéis.

lunes, 14 de diciembre de 2009

La habitación gris

Estoy en una habitación gris de techo alto, sentado en una esquina. En medio del cuarto hay un papel en blanco y un lapicero negro. Desde el techo, por el ventanuco, llega apenas un rayo de luz que ilumina directamente el folio. No hay puerta en la estancia y yo sólo puedo mirar la hoja impoluta que espera ser escrita. Tengo la mente vacía. No hay imágenes más allá de las que ya he visto. No puedo imaginar el futuro. No hay textos aparte de los que ya he escrito, de los que ya he leido. No distingo el día de la noche, siempre es la misma luz, el mismo color gris, el mismo papel desafiante. Yo sigo en mi esquina pero le miro sin apartar la vista. Voy a encontrar la puerta.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Pa´dónde tiraremos

Me dicen que me esfuerce en mejorar aquello en lo que no soy bueno, que me dedique a ello. Me pregunto si no es mejor enfocarse en todo lo contrario, en lo que sé que sobresalgo o, al menos, en lo que se me da bien.

Yo lo tengo aceptado, no me pongo barreras si digo "aquello no es para mí", lo mismo que no soy médico ni cantante. Soy realista, prefiero ir por otro lado. Son los demás los que tienen que aceptar que no, que yo no valgo para bailar, lo mismo que no se me dan bien los matemáticas o la química orgánica. Igual que no valgo para trabajar en la caja de un banco.

Pero ahí está la duda. Haré una lista.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El hombre del abrigo sobre los hombros

Hoy hemos tenido un problema, un problema grave, y estoy orgulloso de haberlo solucionado como personas adultas. No ha hecho falta decir nada para todos se pusieran manos a la obra como si les fuera la vida en ello. Quién lo duda.

Hasta que él ha venido, sólo había dos soluciones y las dos iban a cabrear mucho a más de 10.000 napolitanos. Y quién quiere cabrear a 10.000 napolitanos. Ahí estábamos un grupo de 5 personas intentando buscar la tercera solución que nos dejara dormir tranquilos esta noche.

Todo se ha solucionado, la tercera opción ha salido de debajo de las piedras. Simplemente, un BMW imponente se ha parado en la puerta y de él se ha bajado un hombre de pelo cano con pinta de perro viejo y mirada astuta. Bipolar el abuelo, me engañó por un momento su sonrisa afable. Con su abrigo oscuro echado sobre los hombros y su traje de riguroso luto, no ha hecho más que aportar su presencia a la reunión. Ni más ni menos.

Un problema arrastrado desde hace 8 meses, pero quién le dice al viejo bullterrier que la culpa está de su lado.

Pregunto quién es él. El padre de ése, me dicen señalando al jovencísimo dueño de la empresa, es al que tradicionalmente se llama cuando hay algún problema, para que lo resuelva, un tipo listo. Y sin mover un dedo... al menos él.

Desde Nápoles, Ramón de Mielina para Uno de tantos.