Ya ni sé cuántos kilómetros hemos hecho este fin de semana... ¡En realidad, no es cuestión de kilómetros sino de ciudades! 4 ciudades; no está mal. Pero ha merecido la pena. He hecho todo lo que quería hacer y ha estado genial.
Un viernes reposado para coger fuerzas y carrerilla para afrontar dos días que empezaron a las 7 am del sábado, cuando me desperté deprisa y corriendo porque -para variar- me había quedado dormido.
Un sábado movido, de una ciudad a otra pero con tiempo suficiente para piscina, paella impresionante y visitas familiares. El sábado a la noche... ¡¡Sanfermines!! Ya van varios años seguidos los que voy a Pamplona a firmar en la lista de asistentes y este año no iba a ser de otra manera. Con menos ganas que otros años, al final la noche ha sido increible; porque, no sé cómo lo hago (o sí) pero los Sanfermines sólo los vivo de noche... ¡pero vaya noche!
Un domingo tranquilo y durmiendo a pierna suelta hasta las 12 y pico. Comida, café en vena para algunos y vuelta a la capital.
Hoy: vuelta a la realidad.