martes, 24 de julio de 2007

Decepciones

Te decepcionas cuando alguien no actúa como dice que lo haría, te decepcionas cuando alguien hace algo inesperado -que no está mal pero...- que pensabas que no haría nunca, te decepcionas cuando alguien te falla...

A veces te decepcionas a ti mismo.

Cuesta volver a mirar igual a alguien que te decepciona.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué razón tienes...
Cuando el que te decepciona es un amigo de toda la vida, luego no puedes volver a verle igual, pasa a ser, de repente, un desconocido...

Anónimo dijo...

Que alguien te decepciones es lo peor que te puede pasar. Puedes discutir o pelearte pero si te falla y te decepciona...

Anónimo dijo...

Prefiero que me decepcionen a decepcionarme a mí mismo.
Hay que ser conscientes de que todos cometemos errores y podemos decepcionar alguna vez a alguien. La primera siempre es de prueba y también están las segundas oportunidades.

Ramón de Mielina dijo...

Puede que las segundas oportunidades no existan después de todo.

O puede que sí.

Me es difícil confiar en alguien que me ha decepcionado pero a veces me sorprendo a mí mismo dando esa segunda oportunidad de la que hablas a quien menos se lo merece y, sin embargo, exigiendo más del triple a quien sé que lo da sin exigírselo aunque a veces falle.

Estoy de acuerdo: todos fallamos alguna vez y deberíamos tener derecho a poder enmendar nuestro error.

Depende también del nivel de decepción.

Anónimo dijo...

Sólo te puede decepcionar alguién q no te lo esperabas...y por eso duele tanto.

Ramón de Mielina dijo...

Ese alguien de quien no te lo esperas siempre es alguien que te importa mucho.

Te duele no sólo porque te pille desprevenido o porque habrías puesto la mano en el fuego por esa persona sino porque basas tu vida en aquellas personas que te importan de verdad, a las que quieres.

Anónimo dijo...

¿Hablamos de decepciones causadas por algo premeditado? ¿O por algo no premeditado? Creo que hay una gran diferencia.

Cuando crees conocer a una persona (incluído tu mismo) a quien aprecias/quieres/amas y esa persona te falla adrede, pues sí, duele mucho y te jode, te decepciona. Pero te das cuenta que no le conocías lo suficiente hasta que hace ese algo inesperado.

Sin embargo, si esa persona lo ha hecho sin querer, o pensando que incluso era bueno y que no hacía mal a nadie, sin malicia alguna... pues qué queréis que os diga, para mí no es una decepción, sino un simple error (independientemente de la gravedad). También duele, pero de otra manera. ¡Errar es de humanos! Claro que también los hay imperdonables...

Suelen decir "Quien bien te quiere, te hará llorar". Quiero decir con esto que nadie está exento de cometer errores, y que con las personas a las que apreciamos/queremos/amamos hay que hacer un balance entre lo bueno y lo malo que aportan a nuestra vida. Entonces podremos ver si realmente merece la pena dar esas segundas, terceras, cuartas oportunidades.

Saludos

Ramón de Mielina dijo...

Estoy de acuerdo en que no es lo mismo que alguien haga algo aposta a que lo haga sin intención de hacer daño... y totalmente de acuerdo en el refrán "quien bien te quiere, te hará llorar"...

De todas maneras, alguien sí que te puede decepcionar sin necesidad de hacer algo para dañarte.

Tú tienes una idea de cómo es la gente que te rodea y puede que un buen amigo se comporte de una manera que tú ves horrible (en cuanto a ética, por ejemplo). No te hace daño pero te decepciona. Cambia tu manera de verle.

Unknown dijo...

Hola a todos!!!

La decepción es un sentimiento que no depende sólo de los actos de la persona que decepciona sino también del que es decepcionado. Según nuestra capacidad de entender que todos somos humanos, que nos equivovamos, que a quien más queremos más exigimos.

No siempre somos justos.

Todos sin darnos cuenta también hemos decepcionado a alguien en algún momento de nuestra vida.

Si es cierto que aquel que nos decepciona no puede ser mirado, como dice Roni, con los mismos ojos. Pasará de forma puntal a otra escala en nuestra vida o incluso para siempre...

Anónimo dijo...

Te decepcionas cuando te dejan en medio de una cuesta del Camino, cuando no te hacen la cobertura con la italiana o la holandesa, cuando no cumples los hitos previstos, ...
Pero al final lo que de verdad queda es que todo es relativo a como acaba (aunque los medios si que importen), y de una u otra manera todos acabamos las etapas de nuestra vida, todos acabamos aprendiendo italiano u holandes, y al final dentro de 2 o 3 dias estaremos en Santiago que es a lo que vinimos.
Con este mensaje de esperanza nos despedimos los peregrinos desde Villafranca, y mandamos a Ramontxu y Cia. un fuerte abrazo con el que pretendemos animar este post veraniego, que bien podría acabar con "Perdonen que no me levante".
Un abrazo
Mañana atacamos O´cebreiro así que esperamos vuestros animos, ya que cualquiera que haya hecho esta parte del camino sabrá lo dura que es.
¡¡¡No al buduuuu!!!

Anónimo dijo...

Nunca he hecho el camino de santiago pero algun dia lo hare fijo!

Ramón de Mielina dijo...

¡Peregrinos! En Santiago os esperan holandesas e italianas con los brazos abiertos... ¡Aprovechad la euforia colectiva desatada tras la llegada al final del camino para grabar esos recuerdos que rememoraréis una y otra vez!

Esperamos vuestras conchas de peregrinos y vuestra cuartilla llena de sellos para creeros realmente The Pilgrims. ¡Queremos una foto vuestra vestidos con la túnica, la concha y el bastón! :-)

Anónimo dijo...

Yo siempre he creido en las segundas oportunidades, precisamente porque todo el mundo puede cometer errores.
Ultimamente he sufrido algunas decepciones encadenadas con personas a las que suponía amig@s y por los que hubiera entregado todo.
Esto me ha hecho pensar en el " los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano!!!", que tantas veces he escuchado. Mi antaña inocencia no me dejaba ver que el fondo de esta afirmación estaba ocurriendo en mi propia vida.
Estos palos recientes me han hecho ver que aunque ha habido personas que me hayan decepcionado ( igual que yo a ellas),si son amigos de verdad, nos hemos dado segundas, terceras e infinitas oportunidades, y hemos sabido perdonarnos.
Moraleja: cuidemos de nuestros amigos, y no tengamos miedo al perdón.

Ramón de Mielina dijo...

Hay que diferenciar entre amigos de verdad, amigos, colegas, conocidos, compañeros... Los de verdad son muy poquitos pero si te decepcionan entonces costará cerrar la herida... Por supuesto, a un amigo de verdad se le dan más oportunidades pero depende de cómo de grande y por qué haya sido la decepción.