jueves, 27 de noviembre de 2008

El Viajero, ese bar para gente sin amigos

Los que vivís en Madrid, o habéis salido por La Latina, lo conocéis seguro. Es ese bar que tiene esa terraza tan mona que en verano está hasta el culo y en invierno también. En verano se torran y en invierno se congelan.

Pero El Viajero mola. Y a mí me molaba. Hasta que he ido un par de veces, por aquello de las segundas oportunidades.

Será que mueren de éxito que hacen la selección de sus camareros en función de los bordes o lo incompetentes que sean. Será. Mi primera visita a El Viajero, tras muchos meses pasando delante y diciendo "algún día entro, cuando esté menos lleno". Llegó el día y felices los dos, encontramos una minimesa en la terraza. Aunque fuera noviembre ahí que estábamos más felices que perdices con nuestros martinis. Y ya que estábamos pedimos de comer; dos tostas y una pizza. Nada complicado.

En la barra -que sólo servía a la terraza- 5 camareros. Alguno o iba emporrao o se le olvidó ducharse para despejarse. Pedimos. El camarero, majo pero en la parra, vino a la mesa 4 veces a preguntarnos qué habíamos pedido que no lo había apuntado, a decirnos que no había atún, a decirnos que champiñones no, a decirnos que sólo tostas, a contarnos su -puta- vida. Aún nos duraba la felicidad de haber encontrado mesa en la terraza y con el moco colgando seguimos haciendo gala de nuestra paciencia. 15 minutos, media hora... ¡¡1 hora!! Ya nos hartamos y se nos fue de golpe el buen rollo de la mañana soleada pero fría de noviembre.

Vamos a la barra de la que, por cierto, habíamos visto salir miles de pizzas y tostas camino a otras mesas que habían pedido más tarde. Reclamamos. Nos piden paciencia. ¿Más? Nos pareció mal irnos y no nos fuimos. Nos comimos las tostas -de mierda- y la pizza -peor todavía- y pagamos religiosamente. Ni propina ni nada.

Mi segunda visita un sábado a la tarde. Éramos 8. Entramos. No había sitio y los dos pisos de arriba estaban cerrados. Nos pusimos en la barra y pedimos. Vemos una mesa y nos sentamos. Viene la camarera con cara de perro. Ni hablar, sois muchos para una mesa de 2. Perfecto, pero ya hemos pedido, hay sillas... Da lo mismo, tenéis que buscar una mesa más grande, así que levantaros. Ya, pero entonces deberíais decir a los que están en mesas de 4 y son sólo 2 que se levanten. Ni por esas. Os quitais porque molestais ahí en medio. ¿Y en la barra no? Tenéis las bebidas puestas, las tomáis o las dejáis, me da lo mismo.

Bueno, pues ahí se quedaron en la barra y la camarera echando espuma por la boca. De buenas maneras seguro que aún estaríamos ahí de txikiteo pero a malas...

Así que llegamos a la conclusión de que El Viajero es un bar para gente sin o con pocos amigos. Que es un bar donde a los camareros les pagan poco o les explotan o, simplemente, en el que contratan a los más bordes del lugar. Que es un bar de moda que no mola nada.

Conclusión: nunca volveré a El Viajero. Porque no mola y porque problablemente se quedaron con mi cara después de haberles dejado con 8 copas compuestas y sin novio. Que se jodan.

19 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Bendito bar, please!!!

Holly Golightly dijo...

Bufff, Ramón.
Bastante paciencia tuviste para no mandarles a la porra.
Poca inteligencia de los responsables si mantienen ese ambiente.
Será por garitos con solera en los Madriles!!

Murphy White dijo...

Jajaja. Buena NO-recomendación. Quizá por eso es EL Viajero... para gente que está de paso y que no vuelve!

Anónimo dijo...

Pena, yo conocí El Viajero hace mucho tiempo, casi en sus inicios y estaba genial, sobre todo para copas tardías. Todo se estropea, si no va bien por eso pero si funciona también por lo mismo, y desde luego el tratao es básico. Las próximas tapas en la zona tomarlas en la Taberna de los Austrias, bajando pot Humilladero a la derecha, en la calle del Nuncio.

Salud, tapas y buenas copas.

Anónimo dijo...

Joer macho si que tuviste paciencia el primer día, yo no hubiese vuelto ni aguantado tanto. Sé que muchos camareros están explotados pero casi todos han perdido hasta la educación si es que la han tenido. En la "pequeña Rumanía", es decir Alcalá de Henares, los camareros ya ni hablan castellano...imagínate para perdir algo...

Agusss dijo...

Jajajaja que grande el comentario de Murphy!

Cuando entenderá la gente que para trabajar de cara al público hay que valer!

Saúl dijo...

bueno saberlo por si un día me paso por ahí… con amigos o sin amigos seguro que no entraré…

Ramón de Mielina dijo...

Jajaja muy bueno Murphy!! :-)

Alcalá... el mejor sitio de Madrid para ir de tapas!!!!! :-) A pesar de que no hablen castellano...

Sí, quien más quien menos ha trabajado de cara al público en un evento, en un bar, en un restaurante, en una feria... y todos sabemos lo que es estar explotado y tener que poner buena cara. La gente no tiene la culpa, ponle esa cara a tu jefe... :-)

Debster dijo...

Que tristeza que llameis así a Alcalá :'(
Se habla castellano perfestamente, somos majetes, hay macarrillas como en todas partes... Jo! es muy gonito! snif snif

L o L i T a dijo...

Jaaa,jaaaaaa...Que punkarra eres ja,ja!!!¿Tu no serás de Alcalá como la chunga de Debs, no??? ;) Es brooooOmaaaa! (IlofffAlcalaForevarr)

Esos bares sólo hacen un favor a los realmente buenos ;) Como dice White, te la hacen una vez y no vuelves! Será por bares chulos en la Latina!

KisS ;)

Sarashina dijo...

Pues yo,cuando me tratan mal en un local, no vuelvo ni por casualidad... faltaba más. No soy de Madrid, pero a veces voy a la capi, y tendré muy en cuenta tu recomendación -negativa- y la de Ernesto. Está bien que los provincianos tengamos noticias de los capitalinos para las ocasiones, porque si no, luego vamos de pardillos por los madriles. Un abrazo, Ramón.

ALMAGRISS dijo...

Jajaja, dime dónde está exactamente que me han entrado unas ganas locas de ir y largarme sin pagar... en homenaje al señor de Mielina, por supuesto :)

Eva dijo...

Si la primera vez me atienden mal ya no vuelvo. Bastante valor tuviste de repetir. Un besote.

Sarashina dijo...

No sé si te envié un comentario, pero no lo veo y quería saber cómo iba la discusión. Creo que no fui impertinente. A mi estas cuestiones del servicio en locales públicos me pone de los nervios, me sienta muy mal que abusen de la gente, de los trabajadores y de la gente. Pues nada, si aparece bien y si no, a la próxima. Es que a veces dudo de mis habilidades comentaristas.

Olivia dijo...

Y tanto! no me suena porque a los madriles voy poco, y no de copas precisamente. Pero tomo nota. No me gusta la gente borde, yo no lo soy, y no me gusta que encima que pago me traten mal. O esperar tanto por la bebida o la comida. Pero hay camareros y camareros, los hay majos/as y los hay que van de amargados. Y esos, no se ganan propinas.

Un beso guapo (yo si que soy maja, jaja)

Olivia dijo...

Por cierto, a propósito del comentario de C.C., no sabía que le llamaban la pequeña rumanía. Pero no me extraña, hay barrios enteros donde solo hay rumanos. Bien, si hay armonía genial. Y de tapas, si, sí! por aquí las mejores!

Ramón de Mielina dijo...

Jaja, los que vayáis, tomaos una copa a mi salud y salid corriendo sin pagar... :-)

Claressss!!! Qué comentario??? Creo que he publicado todos... :-)

B.B. dijo...

No lo podias haber explicado mejor.
Un asquito.

Anónimo dijo...

Estube hoy para comer en El Viajero e había dejado mi bolsa de El Corte Ingles en la silla. Se me la olvidé e volví después de 10 minutos porque había pensado que la habían guardado e no estava más y nadie la había visto. No recomiendo tampoco!!!!!!!!!!!!