lunes, 12 de noviembre de 2007

Al lugar donde has sido feliz...

Hace dos fines de semana me visitó un amigo al que hacía tiempo que no veía. La primera novia que le conocí llevaba con él 7 años entre pitos y flautas y fue al de unos meses de conocerle, yo a mi amigo, que la dejó.

Sin duda, fue su primer amor y bien es sabido que el primer amor nunca se olvida. (La verdad que cada vez que le veo tiene novia nueva -y siempre formal- con la que tiene planes de futuro y la seguridad de que todo saldrá bien).

Ahora, casi 4 años después de que lo dejaran, la muchacha sigue enamorada de él, o quizá no esté enamorada pero busca recuperar el paraiso perdido de cuando eran felices los dos. Hace poco le escribió una carta. Varios folios, mucho sentimiento.

Él, sin darme detalles, me contó que ella quería volver a intentarlo, que quería volver con él. Él le quiere; ella le quiere. Por qué no. Pues porque no.

Mi amigo le quiere, de eso no hay duda, y ella también le quiere. Pero no es hoy el mismo día que ayer, ni ellos son las mismas personas. Me dice mi amigo que no podrían empezar de cero, olvidar esos 4 años que han estado separados y no hacer preguntas. Sería difícil que entraran en un bar, se miraran a los ojos y no vieran todo su pasado, lo bueno y lo malo. No es ella la persona que le hizo olvidarse del resto del mundo hace ya muchos años ni él cree ser el tipo que vaya a hacerla feliz.

Estoy con Joaquín Sabina cuando dice: "(...) al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver (...)".

14 comentarios:

Anónimo dijo...

la gente cambioa, intentar volver ak pasado no es bueno.

Anónimo dijo...

Yo soy de las que piensan que las segundas partes nunca fueron buenas.
Personalmente creo que si no funciono, no funcionara, el tiempo ayuda a olvidar, pero tambien abre nuevas heridas...
Lo bueno del primer amor, a parte de lo que te queda es lo que aprendes,aprendes lo que quieres y lo que no quieres.
Es muy duro olvidar una buena relación que se rompe,pero peor es tener que volverla a olvidar...
Igual estoy siendo muy pesimista con el tema (y eso que me jacto de ser optimista), sera porque he sufrido lo mio con mis parejas del pasado...

Anónimo dijo...

el primer amor nunca nunca nnunca se olvida y en mi caso se tienen normalmente siempre buenos recuerdos

Anónimo dijo...

Muy bueno, ni yo mismo lo hubiera dicho mejor. Eso sí, cuando me vuelva a pasar me acordaré de tus palabras (que me han resultado muy graciosas) y me resultará menos estresante. Muchas gracias por ello.
El pequeño saltamontes

Anónimo dijo...

Por una vez estoy de acuerdo con Elena Nito del Bosque.
Olvidar que has caído de nuevo, en algo que ya estaba estropeado y no funcionaba, es bastante más doloroso.
Pero somos así, queriendo ser fuertes en ciertos aspectos, pero “pecando” siempre con nuestros momentos de debilidad.
Nos sentimos más solos, y si seguimos queriendo a la otra persona, todo se hace más cuesta arriba.
Nos aferramos a la posibilidad de que si volvemos atrás, seremos capaces de cambiar lo que fallaba en la relación. La mayoría de los intentos son como una cortina de humo. La razón: no se puede cambiar lo que somos. Y eso es lo que lo hace más frustrante aún si cabe. Si yo le quiero y él me quiere, por qué las cosas no pueden ir bien? A veces, muchas veces, el quererse no es suficiente.
Hay que quererse, eso nadie lo duda. Pero hay que querer, en cierta medida, seguir un camino en la vida que sino ha de ser el mismo, al menos tiene que ser paralelo.
Es evidente que cada uno, aunque esté en una relación, tiene que llevar su propia vida, y aspirar a sus propias metas y sueños.
No siempre hay que estar de acuerdo en lo que la otra persona piensa, y siempre habrá momentos en los que habrá que ceder.
Pero si parte de tus principios más básicos, por ínfimos que sean, chocan con los del otro…he ahí uno de los motivos por los que el quererse muchas veces no basta.

Por supuesto que hay más, pero quizás porque últimamente he pensado bastante en ello, esto es lo que me ha venido a la memoria.

Una vez tomada la GRAN decisión, sobretodo cuando no hay ningún hecho o actitud que nos despierte sentimientos de odio o enfado hacia la otra persona, tenemos que tener siempre bien presente qué es lo que nos hizo dejarlo, y sobretodo si ese motivo seríamos capaces de eliminarlo a largo plazo o simplemente hacerle un lavado de cara express. En este último caso, nos estamos autoengañando y preparando el terreno para un nuevo fracaso en la relación y para una nueva horneada de sufrimiento.

Recordemos los momentos felices, pero teniendo presentes los amargos.
Nadie dijo que fuera fácil….

Anónimo dijo...

Con el primer gran amor se aprende y se cogen las pautas para saber lo q se quiere de las sigiuentes relaciones.

Ramón de Mielina dijo...

Quererse no lo es todo, tienes toda la razón... Hace falta pasión, hace falta respeto, hace falta que las bases sean las mismas, hace falta que los dos vayan en la misma dirección... si con quererse estuviera todo hecho, no sería fácil... ¡ni nada! :-)

Anónimo dijo...

En mi opinión hay amores en los que lo das todo, y otros en los que sabes que algo te reservas... El primer gran amor suele ser del primer tipo...te lo juegas todo y te da igual...Luego uno se hace mayor y tiene mas cosas que perder, y sobre todo muchas más cicatrices en la mirada...


Siempre he estado de acuerdo con esa frase de Sabina...aunque admito que amenudo uno piensa en coger la maleta y comprar un billete a la estación del pasado...

fd: Anónimo

P.D: Ramón, entre el video de Sabina y la frase de Sabina me has puesto tierno... :-)

Joewuy dijo...

Elena, eres una mujer sabia.

Sin duda lo mejor de las relaciones que no han salido bien es lo que has aprendido de ellas. Pero siempre olvidamos lo que hemos aprendido y recordamos lo bueno, eso nos hace caer en los mismo errores. La memoria tiende a recordar las cosas buenas cuando pasa eltiempo y a olvidar lo malo.

Anónimo dijo...

Buenos días Ramón,
Aún a sabiendas de ser ya conocido en tu círculo, no me puedo resistir a la tentación de traer a tu blog algo que he echado de menos desde que lo abriste. La solidaridad ha brillado por su ausencia, ya se que no es el centro de tu temática, pero en estos tiempos que vivimos de egocentrismo y hedonismo barato, no estaría de mas que todos tengamos en mente que a parte de nuestro trabajo, nuestro piso, el coche, las fiestas, etc EXISTE otra realidad muy cercana, que queremos ver de lejos.
Todo esto porque lo digo. Hasta hace un rato yo era un feliz trabajador por cuenta ajena, con una casa, una familia, etc… todo esto sigue gracias a Dios, pero he recibido un mail, que me invitaba a visitar una página de una ong en la que puedes leer testimonios de gente normal, que ha experimentado la sensación de ayudar a gente que como yo NO tiene un trabajo, NO tiene una casa, y ni siquiera lo principal NO tiene una familia.

Anónimo dijo...

Gracias Joewuy.
Tras darle muchas vueltas y discusiones, creo que lo suele pasar, al menos en mi caso, es que encuentras a otra persona por la que luchar...
Que bonito es estar enamorada...

Anónimo dijo...

Por favor, señores, centrémonos.... la lucha por el primer amor no debería ser diferente de la del segundo o el tercero. Quizás las circunstancias que rodean dicha sucesión de amores hagan que el resultado sea diferente, que un amor triunfe sobre otro. Pero si la entrega, el sacrificio, el respeto es diferente en uno que en otro, entonces no los quieres de la misma manera.

Uno sólo puede ser feliz con una persona si la otra persona se siente feliz. Y nosotros deberíamos ser los culpables de ello.

Ramón de Mielina dijo...

Rudolf, tienes toda la razón, la solidaridad es un tema importante.

De todas maneras, también es verdad que no me gusta mucho hablar de solidaridad. No por ese egocentrismo del que hablas sino porque pienso que eso lo tiene que llevar cada uno por dentro y actuar sin darle publicidad. Cada uno sabrá lo que hace y deja de hacer.

Me resulta un tanto falsa el prototipo de gente-ONG. Todos tenemos contradicciones y está claro que es mejor hacer algo que no hacer nada... pero no deja de producirme rechazo esa gente "tan solidaria" que tiene dos coches y una casa y que se va a vacaciones a Sudamérica a un campo de trabajo o a Polonia a cuidar huerfanitos.

Es mejor que nada y está genial que lo hagan pero me gusta más la gente que lo hace (incluso con esas contradicciones que todos tenemos) y no lo canta a los 4 vientos. Ese tipo de gente solidaria es la que me gusta y no la que se pavonea de todo lo que ayuda.

Ramón de Mielina dijo...

Chewaka, hay dos temas...

Por un lado el hecho de las diferencias entre el primer amor y los demás... El primer amor es el más importante, el que probablemente marca tu vida y del que te acordarás cuando tengas 70 años y aún suspirarás por aquel día que tu primer amor cogió un avión para pasar una noche contigo en otro país, por ese fin de semana lleno de lluvia... Son recuerdos y locuras que sólo se hacen cuando aún eres inocente (en el tema de las relaciones) y no tienes cicatrices.

Con el primer amor todo se magnifica y haces cosas que nunca volverás a hacer. A partir de ahí, tu manera de querer es diferente; te enamoras, andas en tu nube... pero no pierdes esa pizca de amargura que te hace tener presente que ya una vez pensaste que era para siempre.

Te vuelves más prudente en decir "te quiero" y andas al principio con pies de plomo. Pero todo esto sólo es al principio, mientras os conocéis. Después se sueltan amarras y dejas atrás los miedos... La diferencia está en que antes el miedo no existía y ahora sí.

El segundo tema es que no somos felices si la otra persona no lo es. Por supuesto. De eso se trata; de ser los dos felices. Los dos.