miércoles, 29 de agosto de 2007

Ramón en China (I)

MI PRIMER JET-LAG

¡Ya estoy en China! A las 7:25 (hora local) aterrizamos en el aeropuerto de Hong Kong, después un largo viaje que ha durando todo el día.

He salido de casa a las 8 am. a toda prisa... ¡me he quedado dormido! Increible, sí... Con las ganas que tenía de hacer este viaje y apago el despertador... Al final he llegado, por los pelos pero ya estoy aquí (es lo que cuenta). A la taxista se le ha acelerado el pulso, adelantando por la derecha y por la izquierda, pasándose todos los límites de velocidad mientras yo le iba diciendo las ganas que tenía de irme y que perder el avión (aunque fuera a ser por mi culpa) no era una opción.

De Madrid a Helsinki atontado, intentando no dormirme para aprovechar el vuelo Helsinki-HGK para descansar. No ha sido posible; he caido como un bendito y he pasado prácticamente todo el día en los brazos de Morfeo, soñándome entre chinos y comiendo pato. Especial mención al típico niño llorón y a su madre apática que le ha dejado hacer de las suyas para desgracia del resto de los viajeros...

De Helsinki a HGK en busca de la postura más cómoda para no caerme de los asientos y con un recién estrenado catarro que me ha empezado a hacer la vida imposible, a pesar del té chino que dicen que hace milagros. Voy por el segundo y mi nariz no responde. Confío en el té chino, para algo los chinos pertenecen a una cultura milenaria de sabios conocimientos.

Objetivo conseguido, he llegado a HGK habiendo dormido más de 8 horas y con la sensación de haber vencido al Jet-Lag de una manera inteligente. Mentira. Me dicen que es hoy por la noche cuando lo notaré cuando me despierte fresco como una rosa a las 3 am... ¿Solución? !Hoy conoceremos la noche hongkonesa! (Si mi amigo el catarro inoportuno me lo permite, claro). Mañana nos esperan 4 horas de viaje a Beijing.

Resumiendo. Un buen viaje.

lunes, 27 de agosto de 2007

Empiezo a ver rasgado

¡Por fin es lunes! Quién iba a decir que alguna vez me iba a alegrar tanto de que comenzara una nueva semana...

Este fin de semana ha sido un poco caótico. Terminaban las fiestas de Bilbo y para allí que nos fuimos. El viernes plan más tranquilo y el sábado (día grande) hasta que no pudimos más; de hecho llegamos con el sol (aunque sin churros). No me encontré con mucha gente (raro en la Semana Grande) pero sí con los más importantes. Total que me he pasado el fin de semana saliendo de fiesta y con el horario cambiado. ¡Mejor! Cuanto más cansado esté mejor dormiré mañana en el avión y más podré aprovechar mi primer día en HGK.

Para variar, he dejado muchos de los preparativos del viaje para última hora. Ya había hecho la lista con las cosas más importantes, así que (en principio) no me olvidaba de nada. Pero Murphy es bastante inoportuno y ayer al mediodía alguien mencionó la Seguridad Social, así que hoy a la mañana corriendo a ver si necesitaba algún papel. Pero no. Según me han dicho, no tenemos ningún convenio con China así que con la tarjeta del seguro y con haber pagado el billete con la Visa me debería bastar. De todas maneras, mi maleta es un botiquín ambulante: Ibuprofeno, Feldene, Fortasec, Evastel... Un poco de todo, no vaya a ser.

Otra de las cosas que me he dejado sin hacer por ir corto de tiempo (es lo que tiene comprar el billete con tanta antelación; que no me hago idea de que me voy hasta que quedan dos días) ha sido el tema de las tarjetas de crédito. Para los que vayais a ir a China igual os sirve (hacedlo con tiempo, no como yo). Me dijeron en el banco que me sacara la Visa Barceló (BBVA) o que ampliara el crédito de mi tarjeta de crédito. Lo primero no me dio tiempo (tardan más o menos una semana en dártela, desde que te la aprueban) pero sí lo segundo. De todas maneras, me han recomendado llevar casi todo el dinero encima porque las comisiones deben ser espectaculares. En Hong Kong cambiaré a HKD (dólares hongkoneses) y luego en Beijing cambiaré el resto. Para hacer el cambio hay que dividir el precio en HKD por 10. En Beijing ya veremos pero me dicen que lo mejor es cambiar una vez allí.

Ayer me hice la gran pregunta: ¿mochila o trolley? Después de mucho pensar... ¡mochila! Una grande de monte y otra pequeña para andar por ahí. Si luego no me cabe el equipaje (compras...), me compro una maleta más grande y meto dentro la mochila grande.

La segunda cuestión importante: ¿qué meto en la mochila? Depende del tiempo y de lo que vayamos a hacer. Nada de ropa elegante; sólo playeras y ropa muy cómoda. Unas chanclas y traje de baño por si acaso, un par de vaqueros, camisetas, etc. La bolsa de aseo, la cámara, etc, etc, etc. Cuando terminé, resulta que me quedaba libre la mitad de la mochila, así que me siento orgulloso... ¡Seguro que llego allí y se me han olvidado la mitad de las cosas!

Justo vamos en época lluviosa, así que a los casi 30 grados de HGK hay que añadir los 90 de humedad (+ lluvia). En Beijing probablemente haga por encima de 24 grados. Lo más importante... ¡estamos en China! ¡Nada como una chaqueta de jiorgio armanin o unos Loise por 20€!

Si me olvido de algo espero que no sea el pasaporte, el DNI, la cámara o la tarjeta de crédito.

*Importante la Iberia Plus o similar (depende de la cía. con la que se vuele)

martes, 21 de agosto de 2007

Hablando en chino

Estoy sentado delante de mi ordenador, en la oficina, y ¡aún no me creo que el martes que viene a esta hora vaya a estar en el avión rumbo a Hong Kong! Será un viaje largo, con escala en Helsinki, que se me hará eterno. Llevaré un libro no muy gordo, la guía de China que aún tengo a medio leer y alguna revista liviana que pueda tirar según llegue; nada demasiado pesado.

Me entró el gusanillo de ir a China cuando leí La Montaña del Alma (Gao Xingjian) y viajé mentalmente por el país. Mientras leía el libro del Premio Nobel me pareció estar al amanecer en una de esas montañas enormes y verdes, rodeadas de una neblina romántica y misteriosa.

Cuando me imagino en China, me pienso vestido con mis vaqueros y mis converse rodeado de naturaleza y de celestes sonrientes, que me dicen cosas incomprensibles. En realidad, ésa era mi idea; conocer la China rural, con sus pueblos milenarios, sus bosques de bambú y paseando por las terrazas eternas de cultivo de arroz. El encanto de China que he leído tantas veces.

Sin embargo voy a ir a Hong Kong y alrededores. Su otra cara; la China más capitalista, con un ritmo trepidante que nada tiene que ver con el Feng Shui que pienso se tiene que respirar en los monasterios budistas o en los pueblos perdidos entre esas nubes tupidas. No sé cuánto va a tardar en pasar esta semana pero quiero que ya sea el martes que viene y empezar mi viaje cuanto antes.

En diez días no habrá tiempo para mucho. Aterrizaremos en Hong Kong el miércoles para volver a embarcarnos el jueves por la mañana en dirección a Beijing (a la otra punta, pero la ciudad lo merece, no podíamos perder la oportunidad). Aquí probablemente pueda ver mucho de su cultura, aunque probablemente no de manera tan pura como hubiera imaginado. Pasaremos unos cuatro días allí para volver a Hong Kong (sin pasar por Shangai, una pena).

No sé si considerar Hong Kong parte de China. Por lo menos no de la China tradicional pero qué duda cabe que hoy forma parte de ese país. Será como Nueva York pero con un sabor oriental. Veré por primera vez una ciudad que no duerme, llena de neones y rascacielos... y con casi un 60% de extranjeros.

Después de Hong Kong, investigaremos por las ciudades de alrededor (Macau, Shenzhen...). La suerte es que vamos con un amigo que vive allí y nos enseñará la cultura tal y como él la ha vivido y no estaremos aislados en el mundo ideal de los turistas a quienes arrastran de monumento en monumento.

Lo más lejos que he llegado ha sido Letonia; lo más diferente a nuestra cultura ha sido Túnez; lo más bonito hasta ahora ha sido la Toscana. ¿China? ¡Espero que China sea el viaje más impactante!

¡Quedará pendiente mi otro viaje pero éste me servirá para hacerme una idea de cómo viajar por el país!

China...

Niña y concierto


lunes, 13 de agosto de 2007

¡Queda prohibido!

¿Qué es lo verdaderamente importante?,
busco en mi interior la respuesta,
y me es tan difícil de encontrar.

Falsas ideas invaden mi mente,
acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,
aturdida en un mundo de irreales ilusiones,
donde la vanidad, el miedo, la riqueza,
la violencia, el odio, la indiferencia,
se convierten en adorados héroes,
¡no me extraña que exista tanta confusión,
tanta lejanía de todo, tanta desilusión!.

Me preguntas cómo se puede ser feliz,
cómo entre tanta mentira puede uno convivir,
cada cual es quien se tiene que responder,
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarme un día sin saber qué hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme sólo alguna vez.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir en realidad mis sueños.

Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.

Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo que vivimos,
llamarles sólo cuando los necesito,
no ver que también nosotros somos distintos.

Queda prohibido no ser yo ante la gente,
fingir ante las personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,
olvidar a todos aquellos que me quieren.

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en mi dios y hallar mi destino,
tener miedo a la vida y a sus castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
odiar los momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
sentir que con su falta el mundo se termina.

Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la gente que me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.


Alfredo Cuervo Barrero


(Para L.) Porque tienes razón; hay que leerlo de vez en cuando.

viernes, 10 de agosto de 2007

lunes, 6 de agosto de 2007

Carta abierta al Genovés

¡Tiempo ha Genovés!

Soy Pirata de palabra honesta; recuerdo el alboroto de la Taberna del Turco más vuestra cara se me antoja difusa. Han sido muchos años los que, a bordo de mi nave, he recorrido mares de todo el mundo y tropezado con tantos bucaneros y corsarios que ni con mil manos alcanzaría a contar. Disculpas os pido por ello.

Más pistas me harían falta para recordar y gustoso os recibiría en mi tripulación puesto que valeroso os debí ver al ofreceros un lugar en ella, aunque fuera tiempo atrás.

Ignoro cuántas mareas esperasteis mi botella y su contenido; tiempo habréis tenido de despediros de familiares y amigos en tierra firme aunque si la sangre pirata circula por vuestras venas, os supongo luchando con bravura en mares orientales o en busca de tesoros milenarios.

Si os place, aquí está ese mensaje embotellado.

Salud, camarada.

Don Ramón de Mielina

Más perros

miércoles, 1 de agosto de 2007

De 35 para arriba

El otro día me encontré por la calle con una amiga. Se la veía feliz, contenta con su vida, contenta con sus planes, con su trabajo... Con un vestido de última moda, bronceada y con un cuerpo que ya quisieran algunas. Es la buena vida: a sus 35 años, sigue viviendo con sus padres, cada año va un par de veces a NY, a Londres y ahora se va a Tailandia. Ha viajado por medio mundo y tiene la suerte de que sus amigas están igual que ella. ¿Jóvenes modernas?

No tiene novio. Al menos no novio estable y dice que no lo quiere. Pero lo busca.

Por lo que cuenta, parece que es autosuficiente, que tiene las cosas claras y que no está para aguantar niñatos ni tonterías. Pero yo no sé si acabé de entender qué es para ella un niñato ni qué le parece una tontería.

Entendí que, para ella, un niñato es alguien que le llama todos los días, que quiere presentarle a su familia, que le dice que quede con él más tiempo (según ella que le presiona con lo de la familia, que le agobia con mil llamadas, que le quita tiempo para estar con sus amigas, ir al gym). Alguien que dependa de ella (sentimentalmente hablando).

Entendí que, para ella, tontería es (por ejemplo), si tiene que irse un mes por motivos familiares o tiene que salir de la ciudad durante el verano, estar durante ese tiempo llamándose y echándose de menos. Es, según ella, desperdiciar ese mes echándole de menos. Total, me dijo, si luego sale mal, me arrepentiré de haber estado todo el día con el móvil colgando cuando podía estar con mis amigas o mi familia.

Dan miedo este tipo de mujeres que las ves e irradian felicidad, demasiado seguras de sí mismas, de vuelta de todo... pero estoy convencido de que quieren tener alguien de verdad. Si no, no se quedarían hechas un trapo con cada relación que sale mal ni esperarían que fuera el hombre perfecto. Luego dirán que era un niñato, que no valía la pena y que "no están para tonterías". En el fondo, les gustaría no sentirse tan desengañadas como para creer que son tonterías y poder hacerles un hueco en sus vidas, aún a costa de quitarse un poco de su tiempo para estar más con él. Les gustaría tener aún la inocencia suficiente como para dejarse llevar, ser un poco dependientes y creer que, de verdad, es el hombre que estaban esperando.

Hay tiempo para todo... si se quiere.