No ha pasado tanto tiempo desde que dejé el colegio y ya estamos celebrando el 10º aniversario de nuestra salida... De verdad que aún me veo vestido de uniforme, con la mochila a cuestas camino del cole en el autobús. ¡¡De verdad que no me creo que ya hayan pasado 10 años!!
Todos parecidos, al menos a nivel físico. La actitud era lo que había cambiado, ¿quiénes son todas esas personas que se creen padres? ¿A qué están jugando? Eyy, soy yo, el mismo que os veía hace nada en el patio del colegio haciendo carreras, el mismo que os veía copiar en el examen de mates... Compartíamos pupitre, ¿os acordais? ¿Hace sólo 5 años que hemos salido de la universidad y ahora vosotros ya peinais canas? Mmmm... Creo que me he perdido algo, ¡¡me lo expliquen!!
Hubo incluso quien llevó a sus hijos, algún padre de familia numerosa (por Dios, si sólo tenemos 27 años), ... Me sentí en terapia de grupo cuando uno a uno tuvimos que hacer un resumen de nuestras vidas en los últimos tiempos. Me sentí como un intruso cuando vi que la mayoría de los dicursos contenían las palabras "boda", "niños", etc.
Luego llegaron los grupitos del café y con ellos las profundizaciones. Cuando un orgulloso padre me dijo "tú, como siempre, con tus fiestas", supe que tenía suficiente. (¿Habrá visto que su hija no es precisamente la más guapa del mundo?!)
Por supuesto, pasé por momentos de añoranza pero fue esa frase la que me dejó mal sabor de boca. ¿Quién va a destiempo?
Es cuestión de ritmos, supongo, pero no deja de sorprenderme.
Todos hemos cambiado. No soy el que era pero se me quitaron las ganas de mostrárselo, me bastó con saberlo yo.