Es lo que tiene ir al mirador más alto de la ciudad para tomar vistas panorámicas (ay, las panorámicas). Subes las mil cuestas/escaleras que hay y, de repente, te encuentras rodeado de turistas, pero turistas de libro, de los de verdad, armados con sus cámaras compactas digitales de X megapixeles, sacándose fotos con la ciudad de fondo... aún oigo los "click, zzzz, click, zzz..." de sus disparos... Seguro que ellos seguirán oyendo los míos también :-)
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