Digamos que hoy puedo afirmar que el que es un hijoputa en el trabajo también lo es en su vida personal.
Perdón por el lenguaje. Se me ocurren también otros adjetivos, como desgraciado, pero hijoputa le va que ni pintado.
La paradoja de la seducción
Hace 1 día
2 comentarios:
Ay Ramón, yo estoy rodeado de hijoputas en el trabajo, pero espero no tener la "suerte" como tú de conocerles en su faceta personal...
Sí... esa mala suerte he tenido... :-/
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