martes, 23 de octubre de 2012

Como la vida misma

Digamos que hoy puedo afirmar que el que es un hijoputa en el trabajo también lo es en su vida personal.

Perdón por el lenguaje. Se me ocurren también otros adjetivos, como desgraciado, pero hijoputa le va que ni pintado.

2 comentarios:

Eduardo Fanegas de la Fuente dijo...

Ay Ramón, yo estoy rodeado de hijoputas en el trabajo, pero espero no tener la "suerte" como tú de conocerles en su faceta personal...

Ramón de Mielina dijo...

Sí... esa mala suerte he tenido... :-/