lunes, 23 de enero de 2012

Querida Matilde

Ver a Lola Herrera sobre las tablas siempre es un placer. Sin embargo, esta vez ni Lola Herrera ha conseguido que Querida Matilde dejara de hacérsema larga. Quizás influyera la incomodidad del teatro (Teatro La Latina, con sus butacas decimonónicas) o puede que yo llevara todo el día dando tumbos y y estuviera cansado... Sea que fuere, una Lola Herrera correcta, pero no espectacular como esperaba, un Daniel Freire en línea y una exageradísima Ana Labordeta que no hace sino gritar y gesticular en demasía durante toda la obra... Echo parte de la culpa al libreto, que no deja tiempo entre el amor y el odio. Una historia para haber desarrollado de otra manera y, desde luego, bajo otra dirección en la que Lola Herrera no tuviera que moverse por el escenario como si fuera Arturo Fernández, un Freire que no hinchara la vena de indignación cada dos minutos y una Labordeta que... bueno una Labordeta que fuera otra actriz... por ejemplo, Natalia Dicenta, hija de la gran Lola Herrera, grandísimas actrices las dos aunque en Querida Matilde no saque Lola más allá de un notable bajo. 

2 comentarios:

neruda dijo...

Permíteme que, a pesar de que tu crítica de la obra parece no ser demasiado buena, sienta envidia por no tener la oportunidad de disfrutar (o no) de ésta o de otras muchas. Precisamente este fin de semana pasado estuve en Madrid y lo comentaba con mi amiga... Madrid (y otras muchas capitales) te brinda mil oportunidades tanto en ocio, como en cultura, deportes, etc. Al menos de esta en concreto puedo hacerme una idea gracias a tu post. Un saludo.

Ramón de Mielina dijo...

Hola Neruda! Sí, la verdad es que hay muchísima oferta... de hecho, hay veces que no le da a uno el tiempo para ver todo lo que quisiera... Tengo muchas en nevera ¡y algunas de ellas ya han colgado el cartel de agotado! Si vienes otra vez a Madrid, te aconsejo comprar entradas con antelación... :-)