miércoles, 20 de abril de 2011

LA PLAGA

El jefe de mi padre tiene pulgas. Deben de tener mucho genio y ser malas porque mi padre siempre que el jefe las tiene, intenta buscarse cosas que hacer lejos de él. A mi padre no le gustan las pulgas, supongo que ni las de su jefe ni las de nadie porque, por lo que me ha dicho el vecino, son animales pequeñitos que pican y te hacen estar todo el día rascándote por todo el cuerpo. Así que tiene que ser un rollo tener pulgas.

Esos días en los que su jefe tiene pulgas, mi padre llega a casa de la oficina muy enfadado y sin ganas de jugar conmigo. Yo estoy intentando descubrir algún veneno para matar esos bichos. Aún no sé cómo hacerlo pero he formado un club con mis amigos para investigarlo. Los jefes de sus padres también tienen el mismo problema. Los presidentes somos el vecino y yo porque nuestros padres trabajan juntos en la misma empresa y tienen plaga de pulgas muchas veces a la semana. Un día que tuvimos que hacer una redacción sobre nuestros padres, nos fuimos a comer un helado con ellos y nos contaron que su empresa se dedicaba al marketing. Estuvieron un buen rato explicándonos todo pero no lo entendimos muy bien así que, al final, nos pusimos de acuerdo y escribimos que trabajaban en una tienda de juguetes. De todas maneras, ya hemos decidido que nunca nos dedicaremos a lo mismo que ellos. Igual el marketing, sea lo que sea, atrae ese tipo de pulgas porque los padres del resto de mis amigos las tienen menos veces.

Mi padre dice que mi madre a veces también tiene pulgas pero, la verdad, yo nunca las he visto. Son tan pequeñas que igual por eso no las alcanzo a ver, vete tú a saber. El caso es que estoy observando desde hace días si se rasca y cada cuánto, y lo voy apuntando para luego contárselo al resto de miembros del club. Igual aún no está infectada del todo porque no se rasca demasiado. Ella no trabaja en la misma empresa que mi padre, así que por eso creo que puede no tener pulgas. Sería raro tener una madre con pulgas. Igual tendríamos que mudarnos de barrio a una casa alejada para no pegárselas a nadie más.

Mañana tenemos reunión todos los del club y decidiremos los ingredientes para el antídoto anti pulgas. Luego lo haremos y le meteré un frasquito en la bolsa de la comida a mi padre para que no se olvide de llevársela y echársela a su jefe cuando no se dé cuenta. A mi madre le echaré en la cama. También a mi padre que, como está rodeado de tanta gente infectada, igual está cogiéndolas. Yo también me mojaré un poco el pelo, por si acaso.

4 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Mójate el pelo, por si acaso.

Ramón de Mielina dijo...

Llevo la cabeza empapada... ;-)

Miguel Ángel de Móstoles dijo...

¡Joder que post más bueno!

Yo también voy a ver si me mojo un poco con el antipulgas.

Ramón de Mielina dijo...

Gracias Miguel Ángel!!!