martes, 28 de julio de 2009

Kafka en la orilla

De estas tres versiones de la portada, me quedo con la última. Quizá sea porque me gustan los gatos (he de reconocer que me salté algunas páginas del libro por este mismo motivo) y porque me gustan las portadas limpias. Mi libro tenía la tapa primera.

Es curioso "Kafka en la orilla". Es un libro que uno no sabe bien si tomarse a risa o en serio, pero lo más curioso de todo es que, al pasar las páginas, uno acaba creyendo todo lo que el tipo relata a pies juntillas. Sigues pasando las páginas y vuelves a creer que todo es una milonga bananera y, al poco, vuelves a ser su más fiel discípulo, y así hasta la última página sin poder despegarte casi ni para ir al baño. Será por aquello de que en lo que a imaginación se refiere, no hay límites, y la noche que lo leí de cabo a rabo necesitaba echar mano de cualquier cosa menos de mi presente. Retomé el placer de leer sin tiempo, de sumergirse en las vidas de los otros y de sentir un vacío triste cuando las páginas se acaban. Kafka Tamura era mi amigo. Yo lo sentía así.
Entrando en materia diré que, a pesar del ilimitado mundo de la imaginación, la mía se acabó en un determinado punto: para mí, Kafka Tamura tiene pinta de guiri; alto, musculoso, un poco tostado por el sol... y rubio. Lo intento una y otra vez y no soy capaz de verle con ojos rasgados y pelo lacio y negro. Cada uno tiene lo suyo.

Haruki Murakami, escritor de moda. ¿Si me gusta? Me gusta, no diré que no. Pero Delibes sigue a la cabeza. De momento no hay nadie, salvo Benedetti, que le haga sombra en mi ranking. Y desde luego, pondré a Murakami en el mismo listado que a Saramago, en la lista de los escritores que no se dejan leer sin antes aprender a leerlos.

Este libro me salvó del aburrimiento y el sueño profundo que a uno le ataca cuando tiene, por narices, que permanecer despierto toda la noche en una estación de tren por motivos que no vienen a cuento.

Un buen libro, un buen regalo. Gracias.

21 comentarios:

Unknown dijo...

No puedo opinar, lo último que leí y me gustó fué La Bodega de Noah Gordon así que...
Pero se agradece la opinión :)

Despe dijo...

gracias por el consejo y por visitar mi blog , hecho seguiré la lectura he conseguido el libro saludos y vendre lo que pasa es que mi maquina perdio los datos y no pude recuperarte gracias por ponerme el camino saludos

Anónimo dijo...

Estoy leyendo Tokio Blues, y creo que acabré leyendo todo lo escrito por Murakami, tiene una atmosfera que me engancha demasiado como para no recnocerle el merito..

carlota dijo...

De tiró te lo leiste ???

Lane dijo...

Qué había pasado en aquella estación de tren?
Me encanta eso de la necesidad de escaparse de nuestro presente y sumergirse en un sin límite.
Un abrazo

Olivia dijo...

Hola Ramón, apareciste! bueno, donde sea que andes (esperando donde esperes) siempre viene bien un buen libro a mano. No lo he leído, y por supuesto no lo conocía. tomaré nota...por imaginar al guiri rubito, jeje. es broma.

Un beso!

Rosa Cáceres dijo...

No conozco esa obra, sí en cambio todo o casi todo Delibes, pero me ha gustado mucho la forma en que describes uno de los efectos de la lectura: alejar el presente, vivir en otras dimensiones, sentirse amigo del que tales cosas ha escrito o del personaje retratado en cuerpo y alma.Te comprendo. Cuando un libro te atrapa, es así, como tú lo cuentas.

Anónimo dijo...

No me disgustó, pero tampoco me gustó tanto como para leer más de él.....

A Cuban In London dijo...

Me encanta lo que escribes de perderte, de sentirte vacio cuando el libro se acaba. Son mis sentimientos tambien. Muchas gracias por esta resenna.

Saludos desde Londres.

Mnemósine dijo...

Me gustan esos libros, q te sacan de donde estes!! Gracias por la recomendacion, será el próximo, de momento sigo con el mundo de sofia

María Pilar Bernal Maya dijo...

así que has vuelto... Ahora tendré que leerme el librito. después de tu post no me resisto.
Bss, perdido
;-)

kuoremio07@gmail.com.ar dijo...

Hola!! que gusto verte de nuevo!!gracias por la visita!! saludos.

supersalvajuan dijo...

¿A risa o en serio? Siempre a risa.

Mnemósine dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Saúl dijo...

habrá que leerlo… me quedo con la segunda portada; aunque también me gustan los gatos…

anapedraza dijo...

¡Hola Ramón!

Estabas perdido...

He oído y leído muy buenas críticas del libro, así que tomo nota e incluyo la tuya.

Menos mal que nos queda la imaginación, porque para muchos es peligrosa y les gustaría vernos como robots.

¡Un abrazote!

MIGUEL

Anónimo dijo...

Yo siempre tengo algún libro a mano, algunos se me atascan y no sé si podría con este tuyo. Pero eso sí el tema de las portadas me parece muy curioso, algunas son de..que tiene que ver el tocino con la velocidad? jajaja

Un abrazo

misticaluz dijo...

Gracias por la información!!

Te dejo un relajante y cálido abrazo

Beatriz

Rockdriguez dijo...

No lo conocia, pero ahora que estamos lo buscare y lo comprare, que estoy algo verde ultimamente respecto a libros. saludos

sweep blue dijo...

Lo unico que lei de ´él es "Sauce ciego, mujer dormida" y aunque algunos cuentos no me gustaron mucho otros me encantaron :D:D

Eva dijo...

Este aún no lo he leído pero sí que leí Al sur de la frontera, al oeste del sol, y también el de Tokio Blues. Ambos me gustaron muchísimo, quizá más el segundo que el primero.

Si te gusta la literatura con un toque oriental te animo a que lo intentes con Amelie Nothomb, creo que te sorprenderá.

Un besazo.