Uno no piensa que vaya a ir a picar algo un sábado de resaca y va a encontrarse con la Trapote Troupe al completo: la niña bebedora de cerveza, el padre malabarista escacharrado, el abuelo customizado con Hello Kitty y la abuela alcohólica ausente con pinta de bruja retirada. Mientras la niña apuraba la pinta hasta la última gota, la abuela la miraba extasiada con orgullo babeante, a la vez que el padre -largo, de piernas kilométricas y pelo desestructurado y cano-, más guiri que castizo pero de espíritu circense dejaba aflorar su vena jugándose su gran nariz y sus dientes rarunos dando vueltas en una bici motorizada que se movía tambaleante y temblorosa bajo su más de metro noventa de altura y sus kilos sobrantes. El patriarca del clan lucía una alargada coletilla de tres pelos amarillentos que nacían a mitad de la cabeza y una gran pegatina de Hello Kitty pegada en su espaciosa frente. Tantos adjetivos para decir que nos hemos reido y hemos tenido miedo de que la bruja peliteñida y borracha nos convirtiera en sapos o nos hiciera liliputienses hasta nuevo aviso. O, peor aún, que se equivocara de conjuro y acabáramos con cabeza de caballo y cuerpo de persona. Seguro que su perro habla, sus muebles tienen vida propia y ella tiene una escoba mágica con la que recorre Madrid por las noches. Yo creo que por eso tenía atado el triciclo de la niña-cerveza a la pata de una silla; porque si no lo hace se le escapa volando. Gran tarde la de hoy, circo en estado puro.
6 comentarios:
jajajajaja me los imagino
saludos
Pues si que te encuentras tú cosas raras por ahi!
Seguro que ellos han escrito en su blog que han visto a un tal Ramón que parecía sacado de un circo...jajajaja
Jajaja... seguro que ellos han escrito en su blog sobre un tal Ramón que vieron el otro día, con pintas de friki y que parecía sacado del circo...
Todo es cuestión de perspectivas...
melodías bizarras..
:), Ramón, ¡eso no está pagado!
¡Un abrazo!
Miguel
Publicar un comentario